Se dice que fue un terremoto lo que hizo surgir las aguas sulfurosas en este lugar en el siglo XVIII. Su momento de máximo esplendor fue “a finales del Siglo XIX y mediados del siglo XX". Por aquel entonces era habitual que la burguesía de Barcelona visitasen Esparreguera para tratar sus males en el balneario. Sus aguas al parecer curaron unas purgaciones a la reina Isabel II de España. “El agua de La Puda llegó a venderse en la ciudad de Barcelona.
El balneario cerró en el año 1958. La última muestra del abandono fue en mayo de 2018, con un robo cuyos ladrones aprovecharon la falta de protección de este patrimonio para hurtar material por valor de 80.000 euros. Se llevaron rejas, puertas, una pérgola, e incluso un ascensor de 1924. También dañaron una bañera de mármol que todavía se conservaba en uno de los baños termales de la antigua instalación.
El edificio tiene un “gran valor arquitectónico”. Fue ideado por un reconocido arquitecto de Sabadell, Josep Oriol Bernadet, y es de estilo “neoclásico”. Al estallido de la guerra civil, el balneario sirvió de acogida a civiles que huían de la zona de conflicto. Lejos de los bombardeos que asolaban la ciudad de Barcelona, se dice que aquí encontraron refugio unas 500 personas. Al acabar la guerra siguió funcionando como balneario, hasta que e una crecida del río, haya por 1958 destruyó las instalaciones, quedando todo abandonado a su suerte.
Los miembros del Grupo GIFAP decidimos acercarnos al lugar, con la intención de investigar y poder sacar pruebas de esas supuestas actividades paranormales, ya que muchas son las personas que aseguran haber registrado psicofonías...
En el único lugar donde encontremos actividad a través de la K2 y la Spirit Box, fue en la planta inferior del balneario, lugar donde se encontraba antiguamente las viejas bañeras de mármol con sus aguas termales.
